viernes, 30 de noviembre de 2018

La formación geológica en la cual nos asentamos

La geología estudia el origen, formación y evolución de la Tierra, los materiales que la componen y su estructura. Dentro de este origen, nos encontramos con las unidades litoestratigráficas, que son cuerpos de roca que han sido definidos y reconocidos con base en sus propiedades y relaciones estratigráficas. Entre estas rocas se encuentran las sedimentarias, que deberían estar completamente definidas mediante formaciones.

Las formaciones definen estos cuerpos de rocas, caracterizados por su composición y estructura que las diferencian de las rocas adyacentes. Y en este punto, La Crespa se encuentra situada en la formación Borbón. Esta formación es un depósito de sedimentos de rocas, formados por la erosión, el transporte, la descomposición de minerales y rocas, y de procesos geológicos externos que se extienden regionalmente a lo largo de la cordillera costera del Ecuador. Se caracteriza por la presencia de areniscas tobáceas. Tiene una edad que va del Plioceno al Pleistoceno temprano. Es la última formación regional antes del levantamiento de la cordillera costera. Es decir, forma parte de la sedimentación del levantamiento de la cordillera costera y de las estribaciones de la cordillera occidental de los Andes. 

La formación Borbón es importante desde el punto de vista geológico y paleontológico, ya que contiene fósiles de plantasinvertebrados marinos y vertebrados terrestres que proporcionan información sobre la historia de la vida en la región durante esos períodos geológicos. Geológicamente, ¡aquí nos encontramos!

Mirar las selvas de Costa Rica es mirar nuestro pasado

Los documentales emitidos por cadenas de televisión tales como NatGeo, Discovery Chanel, Animal Planet, entre otras, presentan la diversidad de las selvas tropicales de Costa Rica de manera muy similar a como se habría visto la región costa de nuestro país mucho antes de la intervención del hombre, tal y como nos cuentan nuestros antepasados. Concretamente la costa interna en donde se localiza La Crespa, tiene un parecido muy similar a este hermoso país centroamericano en este ecosistema específicamente.

Los bosques primarios o nativos de nuestra región han sido destruidos por la tala indiscriminada o por el cultivo de pastizales antrópicos destinados a la ganadería, lo que han virtualmente desaparecido la selva costeña que antes existía.

En la página web CostaRica.Org, manifiesta que “las selvas tropicales de Costa Rica constituyen la mayor parte del país. Ellos son la razón por la que tenemos parques nacionales y una diversidad de flora y fauna. Y también son la razón por la que hay gran variedad de animales”. Muchos de ellos se consideran extintos en La Crespa, como el jaguar (Panthera onca). Mientras que en Costa Rica el jaguar hace su hábitat habitual. Y existen muchos otros animales con el peligro de correr con el mismo destino del jaguar al estar en estado crítico de extinción.

En la actualidad, La Crespa no es lo era antes en cuanto a su ecosistema. Con la llegada de más personas colonizando nuevas tierras, nuestro ecosistema sufrió cambios. Anteriormente se describían muchísimas especies animales y vegetales en nuestro sector. Los primeros habitantes cuentan la existencia de jaguares, pumas, grandes serpientes y boas, venados, insectos, árboles inmensos, y una gran diversidad de otros organismos vivos. Aunque es cierto que muchas de estas especies aún son parte de nuestro entorno, la realidad es que la cantidad y diversidad han disminuido drásticamente. Por ello, observar las selvas de Costa Rica es mirar por un momento nuestro pasado, lo que teníamos, la increíble majestuosidad de lo que antes existía en La Crespa.